domingo, 17 de noviembre de 2013

Rafael Evita Ika: Parte I- ¿Es siempre cierto que después de la tempestad viene la calma?



Es un dicho muy utilizado que hemos escuchado desde niños y que muchos lo han hecho suyo, cuando no es absolutamente cierto. Vamos a hacer una matización, para que no se nos malinterprete. Pues en relación al efecto meteorológico llamado tempestad, claro que no es eterno, porque por más fuerte que sea, alcanzado su grado máximo de virulencia, comienza a amainar hasta terminar. Pero, el hecho de utilizar dicho fenómeno para describir el final de los problemas de la vida real, es a mi juicio mucho atrevimiento unas veces es tratar de predecir el futuro, en otras, deseos de que el futuro sea como nos conviene y en la mayor parte de las veces, es para desanimar, imponer miedo a que la gente no aproveche dicha tempestad, para rebelarse. Ese es el caso de Guinea Ecuatorial cuando dicen los gobernantes corruptos “después de la tempestad viene la calma.”

El partido de futbol entre España y Guinea Ecuatorial levantó tanto revuelo y tempestad, que sólo fue superado por las ganas de satisfacer a un bien conocido golpista y tramposo Teodoro Obiang Nguema Mbasogo que se ha mantenido en el poder a la fuerza desde 1979, proclamándose él mismo dictador ante la prensa española. Un criminal y tirano bandido que no tiene piedad ni respeto a la vida y menos a las libertades de sus conciudadanos a quienes después de robarles hasta el aliento con una pistola en la sien, públicamente los llama “POBRES MENTALES”.

Todo ello ha enfurecido a la sociedad española que a gritos pidió que dicho partido no debiera jugarse porque sería una manifestación tangible de apoyo español a la tiranía de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y, anheló que la selección española campeona del mundo no acudiera a tender la mano al tirano. Pero, la soberbia del gobierno de Madrid les indujo a desoír a los españoles dándonos a entender, que de alguna forma eran exactamente igual que el tirano a quien se acudía a socorrer en una sabida sucia maniobra de lavado de la tan deteriorada imagen del matrero, por su caracterizada corrupción institucionalizada, sistemática violación de Derechos Humanos, metódica violación de la Constitución del país, con el nombramiento de su hijo Teodorín como vicepresidente II; un cargo que no contempla la Constitución. La violación del derecho a la reunión, manifestación y huelga, contemplada en los acuerdos de de Mbini firmados entre el régimen de Obiang y la oposición en 2003, con el terrible placaje sin paliativos a la manifestación del pasado día 15 de Mayo; la detenciones arbitrarias de los promotores de la manifestación pacífica contra el fraude electoral; el secuestro y retención ilegal de Clara Nsegue Eyí; la demencial expulsión de Weja Chicampo de su propio país en violación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos y un sin fin de violaciones que se suceden bajo el amparo del tirano Teodoro Obiang Nguema Mbasogo
Podemos entender que Teodoro Obiang Nguema Mbasogo por su talante antidemocrático y tirano, desoiga a su pueblo, así como a la Comunidad internacional. Pero que España, un país democrático desoiga a su pueblo, a las críticas de países e instituciones como “EGJustice”, "Amnistía Internacional" que indicaron que jugar dicho partido en Guinea Ecuatorial era un balón del oxígeno al tirano, ya no me parece muy normal, menos todavía, cuando desde España, pese a rechazar la oferta de Gabón, se anunciase que para el partido contra Guinea Ecuatorial no se había cobrado absolutamente nada.  
Ha sido una imprudencia temeraria enviar a los jugadores de la selección española de futbol a Guinea Ecuatorial, puesto se ha puesto en peligro sus vidas ya que Guinea es un país contagiado de la esquizofrenia de Obiang Nguema, donde falta de todo y no pasa nada. Pese a la inmensa cantidad de beneficios que se obtienen de la explotación de los recursos naturales del país, no hay Sanidad y han proliferado las enfermedades endémicas y los males transmisibles por moscas y mosquitos como la malaria, la fiebre tifoidea que ya se habían controlado en la época colonial. No deja pues de sorprender que los responsables del futbol español hayan enviado al peligro a la selección española y campeones del mundo al peligro y miren por dónde, al parecer durante los entrenamientos, dos de los jugadores españoles se tragaron una mosca cada uno.
La admiración se hace ahora aún mayor, cuando es sabido que no se tomaron medidas preventivas para esos casos y debemos recordar a las autoridades españolas del futbol que, en el año 2011, el piloto de Iberia que llevara a José Bono entonces presidente del Congreso de los Diputados a Guinea Ecuatorial, Don Peregrino García Pérez de 54 años de edad contrajo la enfermedad durante las pocas horas que permaneció en el país y a su regreso a España, moría fulminantemente a causa de la malaria; violenta enfermedad que transmite el mosquito Anófeles de Guinea Ecuatorial.

Continuará...

Rafael Evita Ika
Presidente de Etômbâ a Ndôwé- Partido del Pueblo Ndowé

Guinea ganó por goleada


  John Carlin 16 NOV 2013
 
L’état c’est moi.” Louis XIV

 Es muy fácil criticar la dictadura de Guinea Ecuatorial, pero no hay que olvidar que goza, en un continente inquieto, de una estabilidad notable. Ya van 34 años de gobierno ininterrumpido desde que el Presidente Teodoro Obiang asumió el poder, arrebatándoselo a su tío, al que posteriormente ejecutó, en un golpe de estado. Es muy fácil criticar, pero es el país africano que más riqueza genera al año per cápita: la cifra ronda los 20.000 euros, un poco por debajo de España pero por encima de Portugal, Chile, Argentina, Rusia, Sudáfrica y Brasil.

 Hay detalles, claro. Detalles que el gobierno de Obiang posiblemente no se haya esmerado en transmitir a los jugadores de la selección española que ayer disputaron un partido amistoso con Guinea, “un país, deportivamente, hermano nuestro”, según Jorge Pérez, secretario general de la Federación Española de Fútbol. Por ejemplo, que la expectativa de vida es mayor en Eritrea, país cuya riqueza anual per cápita es 30 veces menor que la de Guinea; o que en el ránking de mortalidad infantil Guinea ocupa el puesto 14 en el mundo, peor que Liberia, cuya riqueza per cápita es menor que la de Eritrea. Todo esto podría tener algo que ver con que Guinea es de los países del mundo que menos invierte en salud (el 4% del presupuesto estatal) y menos aún en educación, el 0,6%.

 ” No es justo obligar al equipo de Vicente del Bosque, gente con una imagen ejemplar, a rebajarse al nivel de los políticos”

 La clave está en ese “per cápita”. Por cabeza, como se traduciría al idioma oficial de Guinea, este pequeño país de 700.000 habitantes se ha inflado de dinero desde el descubrimiento de petróleo en las aguas que lo rodean. Pero está claro, ya que tres cuartos de la población vive en la más abismal pobreza, que algunas cabezas se reparten una mayor parte del petropastel que otras, especialmente aquellas que comparten el nombre Obiang, como el hijo del dictador, Teodorín, actualmente segundo vicepresidente de la República. Poco interesado en cuestiones administrativas de estado, Teodorín ha utilizado buena parte del botín nacional en la compra de lujosas propiedades en París, Ciudad del Cabo y Malibú, California, y una amplia flota de Bentleys, Lamborghinis, Maseratis y Bugattis.

 Lo asombroso es que, como habrán constatado los jugadores de la selección española, en Guinea reina la paz social. Esto se debe al pragmatismo del presidente Obiang, que concentra todo el poder de la ley en sus manos, manos que nunca han temblado a la hora de ordenar ejecuciones y torturas de aquellos que dudan de sus buenas intenciones.

 La verdad, hablando un poco más en serio, es que no hay régimen feudal más caricaturesco sobre la faz de la tierra. Los hay más salvajes, aunque suelen estar en guerra, como Siria, o más represivos, como Corea del Norte, pero no los hay más corruptos. Según Transparency International, Guinea es uno de 10 países que compiten por el título de campeón del mundo de la corrupción estatal.

“No hay régimen feudal más caricaturesco sobre la faz de la tierra que el del dictador Obiang”

¿Debería el campeón del mundo de fútbol no haber jugado en Guinea? Quizá hubo cierta coherencia en haberlo hecho ya que sucesivos gobiernos españoles han mantenido relaciones fraternales con Obiang. Un ejemplo entre muchos: el expresidente del Congreso José Bono fue a visitarle a Guinea en 2011 y declaró, con alarmante sinceridad: “Es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa”.

Pero no. No debería haber ido la selección española a Guinea. No es justo obligar al equipo de Vicente del Bosque, gente con una imagen ejemplar, a rebajarse al nivel de los políticos. Por supuesto que el fútbol es un negocio en el que también se impone la realpolitik, por no decir el sucio cinismo, pero esta selección en particular ha logrado mantenerse ajena a percepciones de esta naturaleza. Ha sido motivo de orgullo por cómo ha jugado y cómo se ha comportado. Existió la posibilidad de declarar, públicamente, que no, no iría a Guinea, y así lanzar un mensaje que se hubiera aplaudido fuera y dentro de España, pero lo que se ha hecho, de manera innecesaria, demostrando tanto una crasa ignorancia como una falta lamentable de sensibilidad, es arrastrar a un gran equipo de fútbol por las cloacas para mayor gloria de una grotesca tiranía.

Gracias a la Federación Española de Fútbol, y al gobierno que la apoyó, no solo se disputó un partido tonto e irrelevante, sino que nada más salir los dos equipos al campo los Obiang ya habían ganado por goleada.